SALUT MENTAL

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jueves, 12 de abril de 2012

LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD-4. CLÚSTER 'C'

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El clúster ‘C’ incluye en el DSM-IV 3 diagnósticos: la personalidad evitativa, la obsesivo compulsiva y la dependiente.
Dicho grupo comparten según el DSM-IV la categorización de personalidades “miedosas”. Un calificativo cierto pero limitado en relación a lo complejo de los cuadros.
Cierto es que comparten la característica de inseguridad, sobre todo en el campo de las relaciones y decisiones personales.
La personalidad Límite (TLP), al igual que comparte rasgos de las otras personalidades del grupo ‘A’ i ‘B’, comparte también rasgos del grupo ‘C’ pero no hemos de olvidar que el TLP suele ser impulsivo y violento. Las personalidades del grupo ‘C’ no lo son, excepto el obsesivo-compulsivo que es capaz de ser agresivo de manera verbal pero no como el TLP sino más bien de una manera humillante.

Así la característica definitoria de cada uno de los trastornos de la personalidad del clúster ‘C’ es:
  1. Personalidad evitativa: el evitativo es lo que se cononce por Timido y la definición sería un sentimiento constante de no ser bien valorado por los demás.
  2. Personalidad obsesivo-compulsiva: son personas que tienen verdadero pavor a hacer las cosas mal.
  3. Personalidad dependiente: como bien indica su nombre han de depender de alguien para sentirse seguros y enteros (sería como un complejo de “media naranja”).


PERSONALIDAD EVITATIVA

Por definición es la persona tímida, que teme el contacto con los demás porque tienen la sensación o certeza de que éstos no la valorarán, la criticarán o la humillarán.

La personalidad evitativa (TEvP) sufre en grupos sociales amplios, donde no conozca a nadie o casi nadie. Se siente mejor en grupos reducidos (2, 3 personas). Parece un ser aislado y se le puede confundir por ello con el esquizoide; pero así como el esquizoide pasa de los demás el evitativo estaría encantado de poder relacionarse sin temor.

Puede renunciar a luchar por relaciones personales o por un puesto de trabajo por el pavor que le provocan las nuevas relaciones y por el convencimiento interno de que no lo van a valorar suficiente.

Su grado de sufrimiento es alto y se asocia muy frecuentemente a ansiedad y
afectación del estado de ánimo (depresión).

Su autoimagen interna (auto-estima) es muy baja, hasta el punto de que suelen humillarse delante de los demás. Se sancionan a sí mism@s.

No aceptan nada bien las bromas y no saben devolverlas. Les cuesta mucho decir ‘No’ y los demás suelen aprovecharse de estos déficits.

Por decirlo de manera resumida: se venden por estimación. Son aquellas personas que suelen ofrecerse a los demás antes que los demás les pidan algo. Esperan silentes que el otro les estime por ello y suelen defraudarse mucho cuando ell@s piden un favor y el otro se niega. Estos mal entendidos le suele provocar un gran sufrimiento interior: auto-críticas, auto-desprecio, auto-humillación.

El problema reside en la auto-estima la cual la tienen muy baja y lo proyectan sobre los demás: si yo no me valoro, menos me valorarán los otros.

Aunque parezca fácil y claro lo que el evitativo habría de hacer para cambiar su manera de sentir y relacionarse, es muy difícil ya que la certeza que les acompaña de sus incapacidades es tal que el miedo también afecta a su capacidad de resolución y aplican el refrán de que “más vale malo conocido que bueno por conocer”.


PERSONALIDAD OBSESIVA-COMPULSIVA (TOCP)

Cuando he comentado que su característica esencial es la de no hacer las cosas mal seguramente no se ha prestado suficiente atención. És lógico y ellos mismos se sorprenden cuando se les enfoca de esta manera.

Por decirlo de manera clara y concisa el TOCP no le importa hacer las cosas bien, lo que realmente quiere es no hacerlas mal.

Una vez se capta el sentido de la definición, el perfil de una personalidad así nos aparece claro y transparente ante los ojos.

Al TOCP nunca le premiaron de pequeño por hacer las cosas bien. Solo se le indicaba de manera humillante cuando lo hacía mal. Si lo hacía bien, no se le decía nada ya que ello es lo que se esperaba de él/ella. Así el niño/a creció con el estímulo de evitar la riña, la humillación, el no te quiero más que en buscar un refuerzo positivo (premio).

El TOCP se pasa la vida evitando hacerlo mal.

Son falsamente humildes ya que no suelen aceptar los elogios, les molesta; ello ocurre porque no han aprendido a valorar el premio sino a evitar el castigo o la sanción o el desprecio.

“Si lo haces mal no serás querido. Hacerlo bien es lo mismo que no hacerlo mal. Pero si lo haces no-mal no recibirás un premio, simplemente te ahorrarás el castigo”.

Ello produce una persona perfeccionista, autoexigente, que en casos extremos puede no acabar nunca nada porque nunca encuentra nada suficientemente no-mal.

A la vez y por el temor a la autoridad que les juzga, suelen ser muy dóciles y serviciales con las personas a las que creen “superiores”: jefes, cargos públicos, etc.

Pero dentro de ell@s hay una caldera en ebullición que se halla llena de dolor y amargura. No soportan haber de llevar una careta constantemente ya que todo lo han de hacer no-mal: educados, bien hablados y de buenos modales, vestidos de manera muy correcta pero nunca extravagante, intentando estar a la altura cultural y social del entorno, con un nivel de auto control muy elevado. Tanto forzarse les crea una tensión interna inmensa.

La tensión se elimina de manera explosiva y expansiva: suelen ser jefes muy duros y humillantes que exigen a los demás, a los que ell@s creen que están por debajo, una perfección igual a la que se exigen a sí mism@s.

Les cuesta mucho abandonarse en todos los sentidos ya que para ell@s ello significa una posible pérdida de control con lo cual pueden hacer las cosas mal.

Pueden ser avaros si creen que gastar es hacerlo mal. De hecho pueden ser cualquier cosa que hayan aprendido que ello se ha de hacer no-mal. Pueden ser los mejores anoréxicos del mundo, pueden tener un bien años y años (coche, muebles, electrodomésticos, etc) porque así se demuestran que lo cuidan no-mal.

Cuando sueltan su ira por tanta represión suelen ser muy mal hablados, sueltan tacos y son muy humillantes. Pero ello solo se lo permiten con las personas a las que ya no temen o que están a sus órdenes, igual que hicieron con ell@s de pequeñ@s.

Como que les cuesta tomar decisiones personales por miedo a equivocarse no suelen ocupar nunca cargos importantes a no ser que vean a cargo superior con respeto. Nunca estarán en la cumbre de una jerarquía.

En el sentido laboral son muy buenos trabajadores pero muy malos jefes.


PERSONALIDAD DEPENDIENTE
 
La personalidad dependiente no busca que la cuiden, busca sentirse
protegida. Cuando ello se consigue es capaz de hacer lo que sea para mantener la relación; y lo que sea, es lo que sea.

Cuando se siente arropad@, se crece y luce todas sus cualidades. Por el contrario, cuando está sol@ no se siente segur@ y se hunde en estados afectivos depresivos.

Si tiene hij@s puede olvidarse de ell@s si la pareja no está por ell@s. Si la pareja no quiere tener hij@s, no los tendrá. Hará todo lo que sea para evitar que la pareja se separe.

Creo que hoy en día es fácil deducir como son esas personalidades dependientes; solo cabe pensar en las mujeres maltratadas: Cualquier acto o pensamiento ha de recibir el beneplácito del “protector”.

Como parejas son lo que un perro guardián es a su dueño.

El 5º capítulo versará sobre las personalidades que no se contemplan en el DSM-IV dentro del capítulo de Trastornos de la Personalidad además del Trastorno NO Especificado de la Personalidad. Segúramente lo habremos de dividir en 2 o 3 partes para no cansar al lector.    

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