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TIMIDEZ COMO TRASTORNO
Hay varias patologías (trastornos mentales), donde la
timidez es manifiesta como expresión de un sentimiento interno de la persona de
que no va a ser bien vista o aceptada por los demás. Algunas tienen
justificaciones evidentes para ello (trastorno límite de la personalidad,
depresiones, crisis psicóticas, crisis maníacas, trastornos de la conducta
alimentaria…) otras no, al menos para el propio individuo o la opinión
ponderada de los demás.
Pero hay una patología en especial que ubica a la timidez
como el síntoma principal, constituyéndose así un cuadro con entidad propia
(ocurre algo similar a la ansiedad como entidad propia o la ansiedad como
síntoma de otras patologías).
El prototipo de personalidad que define a la timidez como
patología es el Trastorno Evitativo de
la Personalidad (TEV).
El calificativo Evitativo
resume muy bien a la personalidad tímida aunque hay otras patologías cuya
respuesta también es la evitación del estímulo o situación que desencadena la
ansiedad (Fobia Social, Esquizoide, Trastorno Adaptativo).
La persona Tímida acaba evitando la fuente de su
disconfort. Puede que haya intentado muchas veces superarla exponiéndose al
estímulo (inmersión en grupos sociales, p.ej.) pero cada exposición, en lugar
de producir una desensibilización, produce una mayor respuesta ansiosa cuya
manifestación más potente es el deseo de
huir. Llega un momento que la anticipación del acto (encuentro con un
grupo, p.ej) desencadena ya todos los sufrimientos del tímido y aparece la
ansiedad.
Cuando ello ocurre, la persona tiene cada vez más
tentación de evitarse el suplicio, y decide dejar de ir o anular la cita. Ello
le produce a la persona un fuerte sentimiento negativo, ya que incorpora a su
auto-imagen el valor negativo que él/ella cree que le otorgarán los demás por
no ir o por suspenderlo.
Así, lejos de ser un alivio la conducta evitativa en las
personalidades tímidas acaba siendo un agravante.
Much@s acaban por desistir de cualquier compromiso y
recortan su círculo de amistades y actividades sociales al mínimo (caso de
sentirse seguros en algún grupo pequeño, o algún amigo) o dejan de
sociabilizarse más allá de lo necesario (compras, trabajo, transportes, etc.).
Pero recordemos: la personalidad evitativa sufre tanto si
se expone al estímulo como si lo rechaza. En cambio, personalidades como la esquizoide (ver: http://projecteoriol.blogspot.com.es/2012/04/los-trastornos-de-la-personalidad-2.html) se sienten relajadas cuando
no han de asistir, por ejemplo, a acontecimientos sociales y no les causa mayor
displacer (al contrario) suspenderlas o anularlas.
Características del TEV según el DSM-IV-TR:
"La característica esencial del trastorno de la
personalidad por evitación es un patrón general de inhibición social, unos
sentimientos de inadecuación y una hipersensibilidad a la evaluación negativa
que comienzan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos
contextos.
Los individuos con trastorno de la personalidad por
evitación suelen evaluar atentamente los movimientos y expresiones de aquellos
con quienes tienen contacto. Sus temores y su comportamiento tenso pueden
provocar la ridiculización y la burla de los demás, lo que a su vez confirma sus
dudas sobre sí mismos. Sienten mucha ansiedad ante la posibilidad de reaccionar
a las críticas sonrojándose o llorando. Los demás les describen como
«vergonzosos», «tímidos», «solitarios» y «aislados».
Los mayores problemas asociados a este trastorno se
presentan en la actividad social y
laboral. La baja autoestima y la hipersensibilidad al rechazo están asociadas a
la restricción de contactos interpersonales. Estos sujetos llegan a estar
relativamente aislados y normalmente no tienen una gran red de apoyo social que
les ayude en los momentos de crisis.
Desean afecto y aceptación y pueden tener fantasías sobre
relaciones idealizadas con otros. Los comportamientos de evitación también
afectan adversamente la actividad laboral, porque estas personas tratan de
eludir los tipos de situaciones que pueden ser importantes para alcanzar las demandas básicas de trabajo o para
promocionarse."
Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos
de inferioridad y una hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienzan
al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican
cuatro (o más) de los siguientes ítems:
(1) evita trabajos o actividades que impliquen un
contacto interpersonal importantedebido al miedo a las críticas, la
desaprobación o el rechazo
(2) es reacio a implicarse con la gente si no está seguro
de que va a agradar
(3) demuestra represión en las relaciones íntimas debido
al miedo a ser avergonzado o ridiculizado
(4) está preocupado por la posibilidad de ser criticado o
rechazado en las situaciones sociales
(5) está inhibido en las situaciones interpersonales
nuevas a causa de sentimientos de inferioridad
(6) se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente
poco interesante o inferiora los demás.
(7) es extremadamente reacio a correr riesgos personales
o a implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser comprometedoras.
Diferencia entre el Síndrome Autoreferencial y la Timidez
Todo y que no viene definido en el DSM, el llamado
Síndrome autoreferencial (en adelante SAut) existe como entidad presente en
varias patologías de corte psicótico y en sí se le podría considerar dentro de
los Trastornos Delirantes de tipo
Persecutorio (Ver http://projecteoriol.blogspot.com.es/2012/03/el-trastorno-delirante.html).
El SAut consiste en una sensación del individuo de que
los demás le observan, murmuran de él, le critican hasta con la mirada y es
como un faro de atención negativa por parte de los demás.
Encontramos este síndrome en algunas psicosis, cuadros
depresivos, cuadros ansiosos, toxicomanías y otros trastornos de la
personalidad (sociopático, límite).
Es decir, la timidez es un sentimiento de desvalorización
interna que quien la padece teme que los demás se lo ratifiquen, mientras que
el SAut es un sentimiento interno de que los demás de alguna manera le agreden
o pretenden hacerlo.
Pero como en muchas de las patologías mentales, lo cortés
no quita lo valiente. Y con ello quiero decir que un TEV puede desarrollar un
SAut.
En la próxima y última entrada hablaremos de algunos
tratamientos existentes hoy en día y de conceptos como el de “venderse por estimación" y otros.
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